miércoles, 25 de julio de 2007

Ácido bórico vs DNT, o dinamita, o lo que sea

Pues sí, conspiranoia, que hacía mucho ya

Hay quien dice que deberíamos pasar mucho de las estupideces de la conspiranoia del 11M (ese continuo insinuar que el PSOE da golpes de estado preparando atentados, y ese continuo y descarado "La policía miente y participó en todo el asunto"); yo creo que no, porque, para empezar, no son estupideces: son maldades. No espero gran cosa del periodismo, pero esto es demasiado. Todo este asunto no va de errores, ni de opiniones, ni de sesgos ideológicos al interpretar la realidad: se trata de mentiras puras y duras, inventadas por motivos electorales y económicos.

No debemos ignorar a la gentuza que trata de llenarlo todo de mierda a base de mentiras. Todo esto es indignante, pero si yo fuera un tipo honrado de derechas me daría especial vergüenza que el PP esté en connivencia con la conspiranoia. Y sobre todo no deberíamos olvidar nunca a (ni dejar de cagarnos en) sus artífices, principalmente Pedro J. (desde El Mundo) y Losantos (desde Libertad Digital y la COPE) como los jefazos, y Luis del Pino, Fernando Múgica y Casimiro García-Abadillo como los generales del ejército de los Peones Negros.

Creo que nunca podremos agradecer lo suficiente a los de Desiertos Lejanos el servicio público en el que trabajan: una página desde la que van desmontando sistemáticamente las mentiras y manipulaciones de esta gentuza. Porque si afirmo que mienten es porque resulta posible demostrarlo, y Desiertos Lejanos lo hace. Sí, sus artículos suelen ser largos, y muchas veces es difícil seguir la madeja (ya se ocupan los enmierdadores de liarla todo lo posible), pero ahí están, al alcance de cualquiera con interés y ganas.

Su último artículo ("Héroes del periodismo patrio I") me ha gustado especialmente porque pone de manifiesto una serie de actitudes típicas de los conspiracionistas, en especial la doble vara de medir (pruebas, declaraciones, acciones) en función de si cuadran o no con sus tesis:
(...) Hoy, mi modesta intención consiste en ilustrar pormenorizadamente ciertas características de los adalides del conspiracionismo, a partir de determinados episodios concretos. Antes de entrar en materia, pues, adelanto una breve y no taxativa enumeración de tales características genéricas con que se orla todo pesquisidor de lo arcano en materia de 11-M: 1) Un constante juicio de intenciones respecto al comportamiento ajeno, normalmente malicioso. 2) Acompañando a lo anterior y en marcado contraste, una absoluta asimetría a la hora de valorar la intención que esconden hechos o dichos semejantes de los que es autor uno mismo o sus afines. 3) La utilización de criterios alternativos y contradictorios para analizar los datos disponibles, en función del mecanismo que ofrece el resultado apetecido en un momento u otro. 4) La ceguera selectiva ante hechos y datos que no convienen a la hipótesis preferida. 5) En estrecha relación con el anterior punto, la tergiversación y manipulación interesada de los hechos y datos que no se pueden ignorar. 6) Partiendo de la endeble y viciada base fáctica que proporcionan los anteriores elementos, la emisión de muy enfáticas conclusiones, comúnmente en forma de graves imputaciones. (...)
El artículo es un tocho considerable, aunque muy ilustrativo. Como supongo que la mayoría no lo leeréis por lo del TL, DR (too long, didn't read (es que lo acabo de aprender XD )) no querría que se escapara esta joya del final: la relación entre los probos peritos del ácido bórico y los malvados peritos del explosivo cuyos análisis no dicen lo que deberían decir.
Existe, además, otro caso de criterio maliciosamente voluble que procede señalar. Recordemos una vez más la abrumadora sentencia del ecuánime preboste mediático [Pedro J., en la COPE, el 29 de mayo] :

“Es… todo indica que este policía [Alfonso Vega], de acuerdo con otros, manipuló, escamoteando a la op… a sus superiores y a la opinión pública, los resultados de esos análisis, que hubieran cambiado, sin duda, la historia política de España en ese fin de semana.”

Esto lo dice el director de un periódico que, como ya se ha indicado, considera necesario “recordar que Alfonso Vega depende, jerárquicamente, del comisario general de Policía Científica Miguel Angel Santano. Y Santano, en la actualidad, se encuentra encausado por la falsificación de un informe sobre los 1,3 kilos de ácido bórico encontrados en la casa del islamista procesado en el 11-M, el marroquí Hasan Haski.”

Puestos a tratar la ‘conexión bórica’, lo que “hay que recordar” también son otras circunstancias que, por lo visto, a El Mundo no le parecen ahora relevantes. Y es que resulta que dos de los funcionarios que firman junto al Sr. Vega (carné profesional nº 47) el informe de 2004 del que supuestamente se “escamotean” los resultados “que hubieran cambiado la historia política de España” son, ni más ni menos, los facultativos 9 y 11, a saber, Manuel Escribano e Isabel López, respectivamente, es decir… dos de los tres peritos que firmaron el famoso borrador del informe sobre el ácido bórico presuntamente falsificado por Santano y compañía.

Y no caben muchas posibilidades: A) estos dos peritos no hicieron personalmente todas las pruebas del análisis del 2004 y, por tanto, desconocían los “verdaderos” resultados que el perito Vega ocultó. En tal caso, al firmar algo que ellos mismos no habían hecho, estarían incurriendo en una de las conductas por las que se acusa de falsedad al superior de estos peritos, Francisco Ramírez, en el asunto del ácido bórico (Según el auto de apertura de juicio oral de la juez Gallego, Ramírez “suprimió que los peritos 9, 11 y 155 ’se hicieron cargo de lo recibido’, atribuyéndose él mismo la recepción de las muestras, y la práctica de las técnicas analíticas”). B) Sí participaron en esos análisis ellos mismos y, por tanto, tuvieron que ser cooperadores necesarios de cualquier ocultación o falseamiento de sus resultados. Ambos supuestos resultan inconciliables con la imagen de estos “tres honrados peritos” labrada con tanto ahínco por El Mundo en los días más trepidantes del ‘affaire bórico’, cuando el malvado juez Garzón, poco menos que un prevaricador (véanse los editoriales de El Mundo de 30.9.06, 1.10.06, 2.10.06, 5.10.06 y 6.10.06), sometió a estos probos funcionarios a una terrible persecución y abrió la veda para su “linchamiento”. Merece la pena dedicar un momento a recordar lo que opinó en su día este periódico acerca de los peritos 9 y 11:

“Hace apenas mes y medio nadie conocía sus nombres. Eran y son dos de los mejores peritos de la Policía Científica. Sus nombres: Manuel Escribano e Isabel López” (C. García-Abadillo, 13.11.06).

“Él tiene el pelo cano y las espaldas cansadas por 30 años de meticuloso y sobresaliente servicio público. Ella no ha querido que su única imagen pública fuera la de una mujer marcada, obligada a taparse el rostro ante el acoso de la prensa hostil. Son los dos primeros facultativos en el escalafón de la Policía Científica. […] [Escribano tiene] 30 años de brillante desempeño […]” (editorial, 13.11.06).

“… los peritos habían actuado correcta y profesionalmente en contraste con sus superiores […]. [F]ueron virtualmente linchados en los medios progubernamentales de comunicación […]. [A]ctuaron de forma impecable” (editorial, 7.11.06).

“… la campaña de desprestigio que desde el jueves sufren unos peritos cuyo único delito ha sido cumplir con la petición de sus superiores. ¿Por qué Rubalcaba y sus colaboradores no investigan a quien se prestó a firmar al día siguiente un informe mutilado y sí en cambio a quien se limitó a hacer bien su trabajo?” (editorial, 24.9.06).

“Aquí hasta ahora no ha habido más víctimas que los tres honrados peritos vapuleados por una campaña de desprestigio sin motivo alguno” (editorial, 6.10.06).

“El linchamiento de tres inocentes víctimas de Garzón: La imputación de los peritos que firmaron el documento que vinculaba a ETA y a un implicado en el 11-M, posteriormente falsificado por sus superiores, dio pie ayer a un vergonzoso linchamiento mediático de tres profesionales con una acreditada hoja de servicios en la Policía” (editorial, 1.10.06).

Repitámoslo una vez más. Estos honrados peritos son los mismos que realizaron junto a Alfonso Vega los análisis del 2004 cuyos resultados supuestamente han sido “manipulados” y “escamoteados” por este último. Es sorprendente que los amantes de la verdad de El Mundo decidan “escamotear” a sus lectores este pequeño detalle. Lo que no parece admisible es que los facultativos de la policía sean falsarios o nobilísimos a conveniencia. Pero de eso se trata precisamente: con tan endebles mimbres intelectuales se traban tan especiosas conspiraciones.

Gracias otra vez a Desiertos Lejanos, y pasaos por el original: veréis la historia completa y merece la pena hacer el esfuerzo.

1 comentario:

Cada comentario te da un punto de experiencia. Usa tu recién adquirido poder con sabiduría.